La política de atención a los jóvenes

El período en que la persona se considera como joven se viene alargando. Este hecho está ligado a la ralentización de las condiciones que tradicioalmente habían marcado la entrada a la vida adulta, entre otras: el acceso a un empleo, a la vivienda y la creación de una unidad familiar independiente. Los jóvenes actualmente permanecen más tiempo en el sistema educativo y se retrasa la edad para independizarse de la familia. Por tanto, el apoyo que desde el sistema de bienestar social se debe brindar a los jóvenes debe: crear las condiciones apropiadas para su acceso al mercado de trabajo y a la vivienda, ofrecerles una formación adecuada y fortalecer su participación en los diversos ámbitos de la realidad.